La Federación de Ajedrez del Principado de Asturias publicó recientemente una serie de boletines con motivo de su Campeonato Individual 2012/13. En el nº 4 se insertó un artículo de nuestro flamante fichaje para esta campaña, Pablo Martínez, donde realiza una comparativa entre el Individual de Asturias y el de Navarra.
Nos ha parecido interesante publicarlo aquí, dada la cercanía al autor y su total disposición a que así lo hiciéramos.
Desde la Estafeta
Nos ha parecido interesante publicarlo aquí, dada la cercanía al autor y su total disposición a que así lo hiciéramos.
Los campeones astur y navarro en el 2012
Desde la Estafeta
Comparativa entre el individual asturiano y navarro
Navarra y Asturias, a pesar de ser ambas norteñas y
uniprovinciales, y que en ambas hubo nuevo mandato en la federación en 2012,
guardan algunas diferencias. Por supuesto, un menor número de habitantes (casi
la mitad), hace también que Navarra tenga menos federados, y por tanto, menos
clubes y menos fuerza ajedrecística. Esto, como no, repercute en la
organización de un Campeonato Absoluto Individual.
Y es ahí donde encontramos una de las
principales diferencias: frente a las bien pobladas 4 categorías asturianas,
tenemos sólo 3 categorías navarricas, bastante desiertas además. Dado que el Campeonato
Navarro Absoluto 2013 no comenzará hasta Abril, nos remitiremos aquí al
campeonato del año pasado.
En su edición 2012, en la máxima categoría,
tan solo participaron 23 personas, con un elo medio de 1904, habiendo hasta 3 personas sin FIDE. El
ranking 1 y posterior ganador, Dani Zamarbide (2181), hubiera sido el ranking
10 en el individual asturiano 2012, y el ranking 12 en el presente campeonato.
La diferencia es evidente.
En la segunda categoría, la participación fue
aún más pobre: tan solo 15 personas, 4 de ellas sin FIDE, y un elo medio de
1715.
Por último, la tercera categoría se divide en
dos zonales, Norte y Sur. Entre las dos sumaron 50 participantes.
Con este panorama, el reglamento tiene que
atender a estas particularidades. Todas las categorías disputan 7 rondas
(sábados a las 16:30h), pero el primer desempate no es el clásico bucholz (en
cualquiera de sus modalidades), sino el progresivo. Otra peculiaridad es que los
ascensos y descensos, no los marca el puesto en la clasificación, sino el porcentaje
de puntos: se mantiene la categoría con más del 25% de los puntos (mínimo 2 de
7), y se asciende con más del 75% (mínimo 5,5 de 7). De este modo, se puede dar
la paradoja de que no ascienda o descienda nadie, y en cualquier caso, la
movilidad es bastante reducida. De igual forma, existen otras fórmulas para
ascender de categoría (ganando el sub-18, el femenino, quedando entre los tres
primeros en el “open de primavera”, etc.).
Cabe resaltar sin embargo, viendo estos
datos, el sinsentido de las mínimas de elo para personas que no tengan
categoría alguna: mínimo 2000 para participar en la primera y 1850 para la segunda.
Otra gran diferencia, que en Asturias
asustaría a una gran mayoría, es que ¡hay que pagar inscripción! Nada menos que
20€ (10€ en caso de menores de diez años). Eso sí, todo hay que decirlo, la
cuota federativa es también de 20€. Cantidad muy baja (45€ es la cuota
asturiana), a la que hay que ir sumándole la inscripción a todos los torneos
federativos.
Por último, señalar que el campeón absoluto,
no sólo gana su plaza para participar en el Campeonato de España, sino que
también asegura su sitio en la selección autonómica. Dicho sea de paso,
mencionar que en Navarra no existe seleccionador, tarea que se delega
rigurosamente al doctor ELO. Seguro que se ahorran tiempo y esfuerzo, pero no
parece el mejor sistema… Sin embargo, es muy respetado, ya que en el Cto. por
equipos, los órdenes de fuerza también son inflexibles ante él.
El año pasado, el campeonato Navarro Absoluto
coincidió en fechas con la Liga Vasca
–en la que participan algunos equipos navarros-, y ello pudo restarle algo de
participación. Para este año, se ha evitado esa coincidencia. ¿Tendrá algún
efecto? Posiblemente, nada notable. Al igual que sucede en Asturias, los
jugadores más fuertes (hermanos Recuero, hermanos Andrés, Tomatillo, Javi
Fidalgo, etc.) no toman parte en la competición. Aquí no se espera que
participen los MIs Garbisu o Reinaldo, o el GM De la Villa, pero sí se desearía
la participación de otros fuertes jugadores como el MF Aurelio Vila
(2171), Sergio Navarrete (2239), Borja
Zamarbide (2154), Eduardo Burguete (2198), Patxi Sesma (2140) o Juan Jesús
Mindeguia (2197), por citar algunos de los jugadores navarros punteros. Eso sí,
quienes no se pierden la competición son algunos jóvenes valores como Mikel
Ortega (2016), campeón de España sub-12 en 2011 e Íñigo Ortín (1531),
subcampeón de Europa sub-8 en 2010.
A diferencia de nuestra pulcra Comisión de
Historia y demás esfuerzos de Arturo, no existe un archivo histórico con los
campeones Navarros, por lo que los siguientes datos no son muy exactos. Lo que
sí se sabe a ciencia cierta, es que quien más títulos posee es José Leuza,
quien en los años sesenta y setenta cosechó más de una decena de títulos. Más
recientemente, destacan Unai Garbisu y Daniel Zamarbide: ambos se han llevado
más de tres coronas.
Por cerrar con una amarga anécdota, recordar
que en el último campeonato de España de Selecciones Autonómicas (2011),
celebrado en Gijón, Navarra y Asturias se enfrentaron en la última ronda, con
medallas en juego. El match, y con él la medalla de plata, calló del lado
navarro. Estos fueron los parciales:
MI Reinaldo - GM Del Río ½
GM De la Villa – MI Llaneza 0-1
MI Huerga – MI Recuero 1-0
MF Navarro – MF Iván González 0-1
Luis David Jiménez – Carlos Suárez 1-0
Ohiana Glez – Alesandra Suárez 1-0
Para los que quieran visitar Pamplona o hacer
turismo por Navarra, tierra de diversidad,
recomendar el Memorial Paz de Ziganda, torneo activo con más de 5.000€ en
premios que se disputa desde hace 22 años a mediados de Marzo, y que atrae a
Grandes Maestros como Lariño, Strikovik, Korneev, Ferdorchuk, Granda,
Iturrizaga… Todo un lujo para los aficionados.
Y por supuesto, ajedrez aparte, el 7 de
Julio…¡A Pamplona hemos de ir! ¡Gora San Fermín!