viernes, 30 de mayo de 2008

Cómo y cuándo dirigirnos a nuestro rival o al árbitro (V). La oferta de tablas.

Cómo y cuándo dirigirnos a nuestro rival o al árbitro (V)
La oferta de tablas.

Los motivos por los cuales uno puede querer ofrecer tablas a su rival pueden ser muy variados y no necesariamente muy ajedrecísticos: una novia harta de esperar revolviendo el cuarto café con mirada asesina, los dichosos horarios del partido para el que se tiene entrada, una necesidad imperiosa de fumar…
Sin embargo, sea cuál sea el motivo, si se quiere ofrecer tablas hay que saber cómo. Al respecto de esta cuestión el reglamento es muy claro y no deja lugar a muchas interpretaciones:

http://www.fide.com/info/handbook?id=32&view=category
9.1
a. Un jugador que desee ofrecer tablas deberá hacerlo después de haber hecho una jugada sobre el tablero y antes de detener su reloj y poner en marcha el del adversario. Una oferta en cualquier otro momento de la partida será válida, pero se tendrá en consideración el Artículo 12.6. La oferta no puede ir ligada a ninguna condición. En ambos casos, no se puede retirar la oferta y mantiene su validez hasta que el adversario la acepte, la rechace bien verbalmente o bien tocando una pieza con intención de moverla o capturarla, o la partida concluya de alguna otra forma.
b. La oferta de tablas será anotada por cada jugador en su planilla con un símbolo (ver Apéndice E13).
c. Una reclamación de tablas conforme a los Artículos 9.2, 9.3 ó 10.2 tendrá la consideración de una oferta de tablas.
12.6
Está prohibido distraer o molestar al adversario de cualquier manera. Esto incluye reclamaciones u ofertas de tablas improcedentes.


Así que debemos tener en cuenta:

1. La oferta de tablas debe hacerse después de mover y antes de pulsar el reloj.
Una cosa es que no nos vayan a fusilar por no hacerlo así y otra muy distinta que no se le de ninguna importancia al incorrecto proceder de la oferta de tablas.
Al menos hay que advertir al jugador de su incorrección, cuando no amonestarle si las circunstancias hacen pensar que ha podido molestar al rival por ofrecer tablas fuera de tiempo. El problema es que, habitualmente, los árbitros ya no prestan atención a este tipo de cuestiones.
La gestión informática de emparejamientos y los ritmos de juego con tiempo añadido parecen haber hecho pensar a los árbitros que no tienen nada que hacer durante las partidas y es un gran error. Los árbitros deben controlar estas situaciones: es lo conveniente y es su obligación.

2. Si la oferta se hace en otro momento, al margen de otras consideraciones, mantiene su validez como oferta.
Ya que se comete una incorrección, que el rival no sea nunca perjudicado.

3. La oferta de tablas nunca puede retirarse.
Si te arrepientes, piénsalo mejor la próxima vez: esto es ajedrez, no una convención de tahúres de barrio –aunque a veces puede parecerlo-.

4. La oferta de tablas se puede rechazar verbalmente, haciendo un movimiento o finalizando de otra manera la partida.
Es decir, responder a una oferta de tablas con un movimiento es estrictamente reglamentario. Y en mi opinión lo más correcto, porque es lo que jamás puede molestar al rival (dirigirnos verbalmente a él sí).
Así que esas caras de matoncillo de cuarta que ponen algunos cuando se les contesta así a una oferta de tablas, se la pueden ir metiendo por donde menos les apetezca.

5. La oferta de tablas se anota.
Se tocará esta cuestión en otro capítulo: ya que la gente apunta lo que le da la gana sin que casi ningún árbitro exija que se cumpla el reglamento, no podemos esperar que se tome en serio este aspecto del reglamento.

6. Las reclamaciones de triple repetición, cincuenta movimientos y “relojeo” tienen la consideración de una oferta de tablas, por lo que pueden ser aceptadas por el rival si así lo desea y no sólo por el árbitro si se cumplen las condiciones reglamentarias.

7. No, ofrecer dos veces tablas durante la partida no merece la eliminación del torneo en función del 12.6 como pretenden algunos en ciertas ocasiones.

Usted juega

Que sí. Que ya sé que lo que mola no es todo esto, sino mirarse emocionadamente a los ojillos, empatizar con el rival, sonreírle y ofrecerle la mano –esté quien esté en juego­– para irnos todos contentos a casa.
Lo que ocurre es que uno, que ha dado unas cuantas vueltas por esas salas de juego que hay por ahí, ha llegado a ver esa situación entre dos contendientes… que mientras uno pensaba estar pactando tablas el otro daba por supuesto que le estaban abandonando. Y se montó la de dios es cristo.
Pero vamos, que no hay problema, para los mirones es preferible. Y si me apuras para el árbitro también, que ahora que no hay apuros de tiempo se aburre uno mucho.


Usted opina

Hay una sola cuestión discutible sobre este artículo, pero interesante.
Si un jugador reclama tablas por triple repetición, cincuenta jugadas o “relojeo”, puesto que la situación tiene consideración de oferta de tablas, su rival puede aceptarlas aunque no se cumplan las condiciones para que el árbitro acepte la reclamación.
Pero… ¿hasta cuándo puede aceptarlas?
¿Hasta el momento en que el árbitro resuelve la reclamación?
¿Hasta el momento en el que toca una pieza con ánimo de jugar?
¿Quizá otro momento?

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¿Dónde jugar cafetero?

Aquí iremos actualizando el listado de bares con tablero. Para enriquecer el mismo puedes hacer un comentario en dicha entrada. Gracias de antemano por tu colaboración.

- Bar Terminal. Calderería, 19. Pamplona (los jueves hay concierto)
- Bar Garazi. Calderería, 36. Pamplona (no hay mucha luz)
- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
- Bar Atalaya. Ctra. Tajonar, 23. Pamplona (cerca de José Vila)
- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)